La correcta realización de todas y cada una de las repeticiones que
realizamos durante el entrenamiento es, tal vez, el factor más
determinante de todos aquellos que afectan o condicionan la efectividad
de un entrenamiento. No obstante, lejos de darle la importancia que se
merecen, parece ser que otros factores como mover el máximo peso
posible, aún cuando necesites llamar a todo el que esté a tu lado para
ayudarte desde la primera repetición es más importante. Nos encontramos
en un mundo donde se mezcla ciencia y lógica con un exceso abrumador de
testosterona lo que, evidentemente, no ayuda a obtener los resultados
deseados. He tenido clientes que no han soportado la presión de repetir
tantas veces como fuera necesario un mismo ejercicio hasta que saliera
perfecto pero puedo asegurar que, aquel que soporta ese estrés inicial,
difícilmente se lesionará y, con tiempo, dedicación y perseverancia,
acabará obteniendo los resultados deseados.
Estos son los puntos que, por orden de importancia, debe cumplir la repetición perfecta:
1.-
Técnica. Debe estar siempre presente y clara en tu mente antes de
empezar un ejercicio. Si es posible visualiza la repetición perfecta e
intenta desarrollarla tal cual la habías imaginado. Da igual que sea la
primera o la última repetición, todas y cada una de ellas deben ser
hermanas gemelas si queremos que la tensión caiga sobre unas mismas
fibras musculares y, así, obligarlas a adaptarse al estímulo. En el
momento en que no puedas cumplir con la técnica, el tempo, el patrón
motor o disminuya el rango de movimiento es momento de terminar la
serie. Piensa que en entrenamiento es fundamental diferenciar entre
fallo técnico y fallo muscular. El primero es el que realmente debe
marcar el límite y nunca el segundo.
2.- Siente la carga y su aceleración en caso de estar trabajando fuerza. Piensa que para ganar fuerza debes centrarte en la unidades motoras (fibras) de más alto umbral de excitabilidad y esto se consigue más fácilmente si eres capaz de imprimir
la aceleración correcta durante la fase concéntrica del ejercicio.
Además, recientes estudios han demostrado que el cambio de propiedades
en las fibras mixtas (IIa) depende en mayor medida de la aceleración que
de la carga.
3.- En caso de estar entrenando hipertrofia debes
notar el músculo trabajando, la tensión acumulada. No depende tanto del
peso
movido sino del estrés acumulado en el músculo. En caso de estar
realizando un press banca tu mente debe estar en tus pectorales, en caso
de estar haciendo una flexión de codo en tus bíceps y en caso de un
peso muerto en toda la cadena posterior, empezando por tus
isquiotibiales, pasando por tus glúteos y acabando en tu cuadrado
lumbar.
4.-
No pierdas nunca de vista el objetivo. Saber en todo momento el por qué
estás haciendo ese ejercicio, por qué ese número concreto de
repeticiones y series te ayudará a no abandonar antes de haber terminado
el entrenamiento. Cada ejercicio y cada número de repeticiones, series,
y el resto de factores cumplen con un objetivo.
5.- Mejor si
cuentas hacia atrás. Parece una tontería pero el estrés psicológico
cuando se trabaja a máxima intensidad, aquel que te hace dudar de si
llegarás al número de repeticiones objetivo, es menor si empiezas a
contar desde este número hacia atrás.