Así, antes de comenzar a ejercitarnos bajo el sol, es necesario tener en cuenta los siguientes consejos:
* Ojo con el sol. Las altas temperaturas y los rayos ultravioleta pueden jugar en contra de los deportistas si no se tienen precauciones. Para contrarrestar sus efectos negativos, es recomendable reducir el número de horas y la intensidad de la rutina de ejercicios.
* Elige bien la hora. Aunque hay que aprovechar los recintos al aire libre, se recomienda evitar la exposición directa al sol y dar preferencia a los lugares que tengan sombra. Lo ideal es ejercitarse durante las primeras horas del día o las últimas, momento en el que las temperaturas son más bajas y los rayos ultravioleta menos dañinos para la piel y el organismo en general.
* Bien equipado. La ropa deportiva del verano debe estar hecha de un material ligero y transpirable, que permita eliminar el calor generado con el ejercicio. También es indispensable usar una gorra, gafas de sol y, siempre, protector solar.
* La hidratación, clave. Hay que reponer los líquidos con regularidad durante la práctica deportiva. También, se recomienda refrescar el cuerpo con agua para ayudar a disminuir la temperatura corporal.
* Come bien. Por último, el doctor Hernández recomienda que, igual que durante todo el año, es importante vigilar la dieta -la mediterránea es la más saludable-. Como recomendación especial propone intentar evitar la sal, las especias y aumentar la ingesta de líquidos, antes, durante y después de la práctica del ejercicio.
sábado, 4 de junio de 2011
Ejercicio en los meses de verano, sí, ¡pero con precaución!
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