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viernes, 9 de septiembre de 2011

Nutrición: La nevera de un corredor

Comer bien es la forma más sabrosa de mejorar tu entrenamiento

Disminuye la ingesta de proteínas. Sobre todo carne, que normalmente abusamos de ella a máximo 3 días por semana.

Consume menos congelados, reduce los fritos y evita los dulces muy elaborados.

Aumenta la “dosis” de arroz, pasta, verduras, fruta, legumbres y frutos secos.

Un buen truco es tomar todos los días una cucharada de miel y otra de aceite de oliva de primera presión en frío.

Vigila la hidratación.

Debes tomar al menos 2 litros de agua y 500 ml de bebida isotónica al día. Antes de salir a correr toma un par de vasos de agua y al acabar, como mínimo, el doble

¿Y merece la pena tomar suplementos?

Si preparas maratones o medias, es una buena idea tomar un multivitamínico con aminoácidos y hierro para evitar caer en la temida anemia del corredor. Si tienes problemas para recuperar los entrenamientos, toma glutamina o batidos de proteína, y si quieres reforzar tus rodillas ante el continuo impacto que provoca correr toma suplementos para ayudar a regenerar tus articulaciones.

¿Y tengo que tomar proteínas justo después de correr para recuperar más rápido?

Lo ideal es recargarte de combustible en los 40 minutos posteriores al ejercicio, que es cuando tu cuerpo es más receptivo y lo asimila de forma más efectiva, y lo mejor es hacerlo con una combinación de proteína y carbohidratos. Lo puedes hacer de forma “natural” añadiendo atún o huevo al arroz o a la pasta, o todavía más fácil en forma de batido de proteínas.